martes, 11 de abril de 2017

CALIDAD DE ATENCION EN ENFERMERIA

CALIDAD DE ATENCION EN LOS SERVICIOS DE ENFERMERIA

INTRODUCCIÓN A LA CALIDAD

Una definición precisa y consensuada del término "calidad asistencial" no ha sido posible hasta el momento, a pesar del interés y necesidad de poder medir nuestra actividad en términos como el "buen hacer" o la "adecuación" de la asistencia sanitaria. La tendencia, así como la manera más fácil de conseguirlo ha sido más bien la de descomponerla en diversas partes más fáciles de concretar y de medir.

La calidad podría definirse, siguiendo las ideas funcionales aplicables a la industria, como la capacidad de que un producto consiga el objetivo deseado al coste más bajo posible. En esta definición hay dos partes claramente diferenciables:

El cumplimiento del objetivo propuesto (adecuación)

La relación del coste de producción con el cumplimiento del objetivo (eficiencia)

Siguiendo a Vuori (1991), en relación con la asistencia médica, la calidad podría desglosarse en varios puntos:

Efectividad

Eficiencia

Adecuación

Calidad científico-técnica

Satisfacción del usuario y del profesional

Accesibilidad

Continuidad

DISTRIBUCIÓN DE LA CALIDAD

Aunque son frecuentes afirmaciones tales como "debemos conseguir solo lo mejor para nuestros pacientes" o "todo el mundo tiene derecho a la mejor asistencia posible", en ellas existen dos errores importantes: el primero es de orden lógico, es decir, la calidad es una variable continua y no uniforme. En esta distribución hay partes de alta y de baja calidad. El objetivo del control de la calidad será intentar "empujar" toda la distribución hacia la parte de alta calidad. El segundo es de orden práctico: existen límites económicos para la mejora de la calidad. La medicina está llena de recomendaciones y procedimientos bien intencionados, pero económicamente injustificables, que han sido hechos ondeando la bandera de la "alta calidad".

EL CONTROL DE LA CALIDAD

El control de calidad es básicamente una actividad de evaluación. En la evaluación se pueden distinguir tres componentes relacionados con la actividad en estudio:

El entorno

La conceptualización

La metodología

CONTROLES DE CALIDAD

Una visión panorámica de las publicaciones y las reuniones científicas, o de los planes estratégicos y los organigramas de las diferentes instituciones sanitarias muestra un apreciable avance de la preocupación por la calidad. Más difícil resulta objetivar en que medida esta preocupación es más real que aparente, dadas las dificultades intrínsecas de cuantificación de estos esfuerzos, la idiosincrásica descoordinación entre proyectos y las diferencias apreciadas entre organizaciones similares. Tampoco puede establecerse de manera concluyente lo que las estrategias de calidad asistencial incorporan de específicamente sanitario frente a la mera traslación de aproximaciones procedentes de ámbitos distintos.

Ni la fragmentación -en otros aspectos positiva- del Sistema Nacional de Salud (SNS), incluyendo sus desarrollos autonómicos han facilitado la apuesta por una monitorización sistemática y normalizada de la calidad. Una revisión de la producción al respecto muestra una cierta profusión de encuestas de satisfacción, la mayoría de ellas “no homologables”, y a menudo con discrepancias preocupantes respecto a otras fuentes de información. Para el conjunto del Sistema cabe diagnosticar una ausencia de monitorización del producto en cuanto a resultados de la asistencia sanitaria (outcomes) y aportación del dispositivo asistencial a la calidad de vida de sus clientes, así como, en general, la falta de sistemas de información sanitaria (SIS) apropiados para valorar la evolución de estas dimensiones.

SEGUIMIENTO DE LOS CONTROLES DE CALIDAD

En los últimos años han proliferado en España los trabajos que valoran la adecuación de la utilización de los servicios sanitarios. Aunque son muchos los ámbitos analizados ­ adecuación de la prescripción farmacéutica, de las pruebas complementarias, de la utilización de los servicios de urgencias, etc. - una parte sustancial de ellos se refiere a la utilización inapropiada hospitalaria. Estas evaluaciones frecuentemente utilizan instrumentos basados en criterios explícitos, generalmente independientes del diagnostico. Desde los primeros estudios registrados en los años ochenta, la extensión de esta aproximación ha sido notable, si bien en su mayoría se trata de trabajos descriptivos, y sólo excepcionalmente se llevan a cabo intervenciones para modificar la realidad analizada.

Pese a la gran heterogeneidad que muestran respecto a periodo, alcance, tipos de centro o metodología, los trabajos analizados, coinciden en señalar la existencia de una muy variable, pero en general abultada proporción de utilización innecesaria en los servicios hospitalarios (entre el 30%-40% de las estancias y el 15%-30% de los ingresos). Como segundo rasgo común, de interés crucial para lo aquí tratado, emerge la abultada atribución de utilización inapropiada a causas internas a la organización de los centros, que aconsejan orientar los esfuerzos de análisis e intervención sobre los problemas relacionados con la institución y sus profesionales, antes que hacia las características de los pacientes.

Los trabajos sobre adecuación, aunque son cada vez más numerosos y variados, tienen todavía un carácter aislado, fruto más bien de la “curiosidad” de algunos profesionales, que de una orientación deliberada del sistema en tal sentido. La relativamente abundante experiencia disponible procede de revisiones de historias clínicas, análisis de bases de datos, aplicaciones y explotaciones del CMBD, o revisiones concurrentes de procesos efectuadas con excesiva frecuencia por investigadores ajenos a la institución o, más raramente, por clínicos deseosos de evaluar su práctica, y sólo excepcionalmente promovidos por directivos que buscan una “vía clínica” de gestión.

La disponibilidad del instrumental necesario -existen versiones validadas de distintos instrumentos de evaluación de la adecuación, como el AEP, AEP-pediátrico, Delay Tool etc- unida a la existencia de grupos experimentados en su utilización en la mayor parte de las CC.AA., aconsejarían extender su utilización. Su aplicación debería abandonar el repicado sistemático de trabajos descriptivos previos y adoptar una clara orientación hacia la gestión interna de la utilización. De este modo, la labor realizada resultaría menos visible en términos de publicaciones, pero más efectiva en cuanto a resultados de mejora de la adecuación.

Las actuaciones descritas, aunque distan mucho de poder ser consideradas "estructuras y procesos que garanticen la adecuación de la utilización", representan un importante avance en el análisis del uso apropiado de los recursos sanitarios. El reto pendiente es su reconversión en herramientas útiles para la gestión de la adecuación. El problema no es instrumental, si no de voluntad y orientación de las estructuras gestoras hacia una mayor preocupación por la prestación de una asistencia apropiada y de calidad.

DEFINICIÓN DE CRITERIOS Y STANDAR DE CALIDAD

Criterios. Al hablar de criterios estamos definiendo un patrón de aquello que queremos medir. Establecemos así un instrumento de medida y como tal este debe ser VALIDO (tiene que ser capaz de medir aquello para lo que ha sido diseñado), FIABLE (si medimos varias veces lo mismo, los resultados no podrán variar más que entre los límites de fiabilidad que hayamos fijado) y SENSIBLE (si aquello que medimos varía, el criterio debe ser capaz de detectar dicha variación). Si ya hemos definido qué queremos medir, el segundo problema será decidir sobre la escala de medición a utilizar. Definir una escala es hacer una graduación o categorización de algo que en este caso es lo que queremos medir. Las unidades de medida aquí no son universales; en control de calidad éstas van a depender de múltiples factores y pueden variar incluso para cada centro. Esta escala puede ser de distintos tipos: nominal o lógica (aceptará únicamente valores de sí o no, o lo que es igual, de 0 ó 1); ordinal (aceptando valores como útil, inútil o poco útil); de intervalo (pudiendo tomar valores como por ejemplo de 1 a 3, de 4 a 6, etc.); y más raras veces podrá ser cuantitativa y continua.

Los criterios pueden ser clasificados en tres tipos:

Según el momento en que se formulan. Así, tendríamos que si esta formulación es previa a la medición, serían criterios EXPLICITOS, mientras que si una vez que hemos recogido un hecho nos planteamos qué es lo que hubiéramos hecho en una situación similar y valoramos esta actuación, estamos formulando criterios IMPLICITOS. Los criterios explícitos suelen tener mayor fiabilidad y validez que los implícitos, por lo que suelen ser más empleados.

Si la atención del criterio se centra sobre un aspecto parcial de la asistencia, como puede ser una enfermedad determinada, estamos hablando de criterios ESPECIFICOS. Por el contrario, si analiza aspectos más amplios del proceso asistencial tendríamos criterios GENERALES. En general, si tratamos de realizar un análisis del proceso asistencial serían más útiles los criterios específicos, mientras que para un análisis de resultados parecen más adecuados los criterios generales.

Cuando fijamos un criterio basándonos en la práctica y en los resultados que previamente han sido obtenidos, estamos estableciendo un criterio EMPIRICO. Si lo hacemos en términos absolutos o teóricos, teniendo en cuenta únicamente aquello que consideramos como la mejor asistencia posible, estamos fijando un criterio IDEAL. Ambos tipos de criterios presentan problemas, pues mientras que los empíricos pueden acarrear cierto conformismo con la realidad, los ideales pueden tener el efecto contrario.

A la hora de enunciar criterios es importante definir bien quién debe hacerlo. En la mayor parte de los casos han sido los profesionales sanitarios los protagonistas de la elaboración de criterios. Sin embargo, cuando estos criterios, como suele ser frecuente, impliquen la actividad de más de un profesional debe ser un pequeño grupo con composición pluridisciplinaria el que llegue a un consenso sobre la definición de los mismos. Tras este paso, sería conveniente someterlos a la opinión del resto de las personas del servicio o institución al que vayan dirigidos. Otras características o condiciones mínimas que se le deben exigir a un criterio son: simplicidad (detallados y precisos), aceptabilidad (basados en un acuerdo general para que sean valorados y aceptados por todos como una buena asistencia), universalidad, que sean limitados a un número esencial, adaptables a los recursos de los profesionales y pacientes y actualizados. Al enunciar los criterios debe hacerse paralelamente al enunciado de las excepciones a los mismos, que serían las alternativas que aun no cumpliendo el criterio, serían aceptables. En el Cuadro 10-1 podemos ver algunos criterios junto con las excepciones y los estándar que para diferentes procesos han sido enunciados en algunas instituciones.

Estándar. Como ya hemos dicho, serían aquellos valores que toma un criterio y que actúan como límite entre lo aceptable y lo inaceptable27. Los estándar, al igual que los criterios, pueden ser IDEALES o EMPIRICOS. A su vez, los estándar ideales pueden dividirse en «óptimos» y «absolutos». Mientras que los estándar ideales y absolutos únicamente aceptarían valores de O ó 1 o frecuencias del 100 % o del 0%, los ideales y óptimos permiten valores intermedios o frecuencias intermedias que estarían basadas en los resultados de los mejores hospitales u opiniones de expertos. Los estándar empíricos suelen ser promedios de resultados obtenidos desde estadísticas o encuestas de centros similares. Al igual que con los criterios, al decidirse por emplear estándar empíricos o ideales hay que tener en cuenta los problemas de conformismo o de frustración que respectivamente conllevan. Aunque es necesario fijar correctamente todos los estándar a utilizar, de poco servirá hacerlo si éstos no son consensuados y aceptados por los clínico

HISTORIA CLINICA

En la historia clínica se registra la información del paciente. Consta de distintas secciones en las que se deja constancia de los datos obtenidos según de qué se trate.
Secciones que forman parte de la historia clínica.
Identificación del paciente.
Problema principal o motivo de consulta.
Enfermedad actual o anamnesis próxima.
Antecedentes.
Revisión por sistemas.
No olvidar de comenzar la historia clínica con la fecha, y eventualmente la hora, en que se entrevista y examina al paciente.
1) Identificación del paciente.
En esta parte se identifica al paciente en cuanto a su nombre y edad. Cabe la posibilidad de agregar más información como teléfono de su casa, a quién contactar en caso de necesidad, qué previsión tiene, o qué actividad desarrolla.
Más adelante, en la sección de Antecedentes, existe una subdivisión de Antecedentes Sociales y Personales, en la que es posible extenderse sobre aspectos que permiten conocer mejor al paciente como persona.
De acuerdo a lo anterior, al momento de comenzar a escribir la historia clínica, se anota:
Fecha y hora.
Nombre completo del paciente.
Edad.
Eventualmente, se agrega:
Teléfono o dirección.
A quién avisar en caso de necesidad.
Previsión.
Actividad que desempeña.
En pacientes que no son capaces de aportar su historia, conviene señalar la fuente de dónde provino la información (p.ej.: la mamá, algún familiar con el que vive, un testigo).
2) Problema principal o motivo de consulta.
Esta sección es sólo una mención muy corta del motivo por el que consulta el paciente.
Por ejemplo: "El paciente consulta por llevar 5 días con fiebre", "Paciente ingresa al hospital por presentar deposiciones negras".
Esta sección puede ser una ayuda adicional para entender más rápido cuál va a ser el problema principal del que tratará la anamnesis próxima, pero eventualmente podría omitirse.
3) Enfermedad actual o anamnesis próxima.
Esta es la parte más fundamental de la historia clínica. Es en esta sección dónde se precisa la enfermedad que está cursando el paciente al momento de consultar.
Se deben señalar los síntomas y manifestaciones de enfermedad que él o la paciente ha presentado, cómo han evolucionado en el tiempo, y en la práctica, qué ha ocurrido.
Ya se presentó en el capítulo de los síntomas los aspectos que se deben describir respecto a cada uno de ellos.
El relato es como un cuento en el que se van narrando los hechos ocurrido. Es un documento histórico de lo que al paciente le ocurrió en los días, semanas o meses precedentes. Interesa que todo esto se exponga en un lenguaje directo, bien hilvanado, fácil de entender, fiel a lo que realmente ocurrió y, en lo posible, breve.
Cuando se trata de varios problemas, no necesariamente relacionados entre sí, conviene relatarlos en párrafos diferentes.
Si se comienza a contar sobre un síntoma, en ese párrafo conviene agotar sus distintos aspectos: cuándo comenzó, cómo se presenta, con qué varía, con qué otras manifestaciones se asocia.
Por ejemplo, en una persona que llega con una hemorragia digestiva:
"El paciente presentó una deposición negra, de consistencia pastosa, de olor muy penetrante, la noche anterior a consultar. Esto se repitió dos veces más. Se fue sintiendo muy débil y sus familiares lo notaron frío y sudoroso. Al ponerse de pie, se mareaba".
Una mujer que llega con una pielonefritis aguda:
"La paciente comenzó tres días antes con dolor al orinar, y ha estado desde entonces orinando muy seguido y en pequeñas cantidades. La orina ha sido de mal olor y algo turbia. Un día después de los primeros síntomas, se agregó dolor en la fosa lumbar derecha y fiebre. En vista que el cuadro no ha cedido, decide consultar".
En este último ejemplo se ve que se habla de la "fosa lumbar derecha", aunque lo más probable fue que la paciente mencionó que le dolía el "riñón" o simplemente indicó con su mano dónde le dolía. En este sentido, el médico debe escribir en la ficha clínica con un lenguaje más técnico. No es necesario usar las mismas palabras que usó el paciente (salvo en algunas fichas de pacientes psiquiátricos o neurológicos en las que conviene respetar la frase tal como fue expresada). Usando la terminología médica, "ardor al orinar" es disuria, "orinar muy seguido", es poliaquiuria.
El relato de la evolución de la enfermedad debe ser consecuente respecto a la ordenación de los eventos según las fechas en las que ocurrieron. Pueden haber varias alternativas:
Con respecto al momento de consultar o de hospitalizarse: "El paciente comenzó tres días atrás con dolor abdominal y diarrea, y ayer se agregó fiebre".
Según determinadas fechas: "El 27 de abril, junto con hacer un esfuerzo físico, comenzó con dolor en la región lumbar; seis días después, el 2 de mayo, el dolor se irradia hacia la extremidad inferior derecha, por la cara posterior del muslo".
Respecto a fechas importantes: "Desde la última Navidad, en que el paciente se encontraba bien, comienza a bajar de peso..."
Más allá de la forma que se use, lo importante es que al leer la ficha quede claro qué ocurrió primero y qué vino después.
Aunque un enfermo haya sido desordenado para relatar sus síntomas, y primero hubiera contado lo que le pasó los días anteriores, y después cómo estaba 3 meses antes, para después volver a los síntomas de una o dos semanas antes de consultar, al escribir la ficha clínica el relato debe ser siguiendo el desarrollo cronológico real de la enfermedad.
Tratando de expresar los problemas en forma completa, y sabiendo el médico que en determinados síndromes o enfermedades se podrían haber presentado distintas manifestaciones, también deben relatarse aquellos síntomas que no estuvieron presentes, pero que se podrían haber dado considerando el cuadro clínico. Por ejemplo:
"La paciente siente desde 7 días atrás, disuria dolorosa, pero en ningún momento ha presentado dolor en las fosas lumbares ni fiebre".
Conviene identificar bien cuándo comenzó la enfermedad. Muchas veces es fácil determinar este momento (por ejemplo: "Hace 3 días...", "Hace 2 meses..."). En otras ocasiones es más difícil porque las manifestaciones se han hecho presentes en forma solapada (por ejemplo, cuando un paciente ha bajado de peso). A pesar de esta dificultad, hay que efectuar una estimación. Si se trata de la descompensación de una enfermedad antigua, se menciona el comienzo de la enfermedad, y se estima el comienzo de los síntomas propios de la descompensación. Por ejemplo:
"Paciente de 32 años, asmático desde los 14 años, que comienza a presentar dos semanas antes de su consulta actual, tos y dificultad respiratoria (disnea)".
En este ejemplo se menciona como antecedente que es un asmático desde los 14 años. Más adelante, se verá que existe una sección llamada Antecedentes Mórbidos, en la que se deben mencionar todas las enfermedades antiguas. En esta parte es dónde se debe entregar mayor información sobre el asma de este paciente: cuándo comenzó, cómo ha evolucionado, con qué se trata.
Aunque en la anamnesis próxima se debe relatar fundamentalmente la enfermedad actual, es legítimo que en algunos casos se comience mencionando antecedentes que permiten interpretar mejor la enfermedad del paciente.
Al hacer el relato de la enfermedad, conviene no mencionar diagnósticos que se hayan efectuado respecto al cuadro clínico que puedan condicionar el análisis. Si el mencionado diagnóstico es un error, puede influir negativamente. Es mejor dejar al clínico libre para efectuar la interpretación que corresponda. El énfasis de los datos que se aportan debe ser en la calidad de la información: que los datos sean ciertos y estén completos. Si a pesar de lo anterior se mencionan diagnósticos, deben estar muy bien fundamentados (por ejemplo, cuando se dispone de la biopsia de un tumor canceroso).
4) Antecedentes.
En esta parte se mencionan distintos antecedentes ordenados según su naturaleza. Cada vez que sea posible, conviene indicar cuándo ocurrió (por ejemplo, apendicectomía a los 8 años).
Estas secciones son:
Antecedentes mórbidos (médicos, quirúrgicos, traumatismos).
Antecedentes ginecoobstétricos.
Hábitos.
Antecedentes sobre uso de medicamentos.
Alergias.
Antecedentes sociales y personales.
Antecedentes familiares.
Inmunizaciones.
A continuación se menciona qué se debe señalar.
Antecedentes mórbidos (médicos, quirúrgicos, traumatismos).
En esta parte se deben precisar las enfermedades, operaciones y traumatismos que el paciente ha tenido a lo largo de su vida. Por supuesto, se precisarán aquellas patologías que sean más significativas.
Si en la anamnesis se mencionó alguna enfermedad de la cual el paciente es portador, en esta sección se entregan los detalles. Por ejemplo, si se mencionó que era diabético, en esta parte se precisa desde cuánto, cómo ha evolucionado y con qué se trata.
Si el paciente ha recibido transfusión de sangre o sus derivados, se menciona en esta sección.
Antecedentes ginecoobstétricos.
En las mujeres se debe precisar:
Edad de la primera menstruación espontánea (menarquia). Lo habitual es que ocurra entre los 11 y 15 años.
Edad en la que la mujer dejó en forma natural de menstruar (menopausia). Ocurre entre los 45 y 55 años.
Características de las menstruaciones: días de duración, cantidad de sangre, frecuencia, presencia de dolor. Fecha de la última menstruación (FUR = fecha de la última regla).Normalmente las menstruaciones duran 2 a 6 días, y se presentan cada 25 a 28 días. Se habla de dismenorrea si las menstruaciones son dolorosas; de hipermenorrea o menorragia, si son abundantes; de hipomenorrea, si son escasas; de polimenorrea, si ocurren con intervalos menores de 21 días; de oligomenorrea, si los intervalos son entre 36 y 90 días; de amenorrea, si no ocurren menstruaciones en 90 días; de metrorragia, si los sangrados genitales no se ajustan al ciclo sexual ovárico y son irregulares o continuos.
Presencia de otros flujos vaginales: si lo que elimina la mujer por la vagina es una secreción blanquecina, se denomina leucorrea. Puede ser por infección bacteriana, por hongos (de la especie Candida) o parásitos (tricomonas).
Información de los embarazos: cuántos ocurrieron; si fueron de término o no; si los partos fueron vaginales o mediante operación; problemas asociados (p.ej.: hipertensión arterial, hiperglicemia, macrosomía); antecedente de abortos (espontáneos o provocados); número de hijos vivos.Ocasionalmente se usan algunas siglas, llamadas fórmulas obstétricas (FO), para expresar en forma abreviada parte de esta información:
FO = GPA (G = número de embarazos; P = partos; A = abortos). Ejemplo: G3P2A1 corresponde a una mujer que ha tenido 3 embarazos, 2 partos y 1 aborto.
Otra forma es precisando los partos de término, partos de pretérmino, abortos espontáneos, abortos provocados y número de hijos vivos. Ejemplo: La FO = 2,0,1,0,2 corresponde a una mujer que ha tenido dos partos de término, ninguno de pretérmino, un aborto espontáneo, ningún aborto provocado y tiene dos hijos vivos. La información sobre abortos se debe mencionar con prudencia (a veces es conveniente omitir).Los embarazos duran 40 semanas (9 meses), con variaciones entre 37 y 42 semanas.Definiciones:
Parto de término: ocurre pasadas las 37 semanas de embarazo.
Parto de pretérmino o prematuro: ocurre entre las 22 y 36 semanas. El recién nacido pesa menos de 2.500 gramos.
Aborto: expulsión del producto de la concepción que ocurre antes de las 22 semanas o presenta un peso menor de 500 gramos.
Métodos anticonceptivos: abstinencia en períodos fértiles, anticonceptivos orales, DIU (dispositivo intrauterino), condón o preservativo, etc.
Otras informaciones: fecha del último frotis cervical (Papanicolaou o PAP) y de la última mamografía; enfermedades o procedimientos ginecológicos (endometritis, anexitis, infecciones de transmisión sexual, histerectomía).
Hábitos.Entre los hábitos que se investigan destacan:
El hábito de fumar (tabaquismo). Se debe precisar cuántos cigarrillos fuma la persona cada día y cuántos años lleva fumando. En el caso de haber dejado de fumar, se precisa la cantidad de años que han pasado desde que lo dejó, y una estimación de cuánto fumaba. Una forma de resumir esta información es usando el concepto "paquetes-año". Por ejemplo, si una persona fumó 1 cajetilla al día durante 40 años, se dice que fumó 40 paquetes-año. Como el daño por fumar se considera acumulativo, los 40 paquetes-año también pueden corresponder a fumar 2 cajetillas durante 20 años, o múltiplos equivalentes.
La ingesta de bebidas alcohólicas. Una forma de evaluar este tipo de ingesta es mediante una estimación de la cantidad de alcohol ingerida. Se identifica el licor y las cantidades ingeridas. Ejemplo: En números redondos, 340 mL de cerveza, 115 mL de vino y 43 mL (una copa) de un licor de 40 grados, contienen aproximadamente 10 g de etanol. Un litro de vino contiene aproximadamente 80 g de etanol. No son recomendables ingestas de más de 60 g diarios de etanol en el hombre y 40 g en las mujeres, por el riesgo de dañar el hígado.
También se debe precisar qué papel desempeña en la vida diaria la ingesta de bebidas con alcohol y qué grado de control tiene la persona sobre esta ingesta.
Tipo de alimentación. Este aspecto tiene especial importancia de precisar en personas obesas, en quienes han bajado mucho de peso, pacientes diabéticos, con dislipidemias, afecciones coronarias, personas constipadas o que sufren diarreas frecuentes. El énfasis se pondrá dependiendo de cada caso.
Uso de drogas no legales: consumo de marihuana, cocaína, etc.
Antecedentes sobre uso de medicamentos.
Es importante identificar qué medicamentos está tomando el paciente y en qué cantidad. En algunos casos, también se deben indicar los fármacos que el paciente recibió en los días o semanas anteriores.
Los alumnos, al principio, desconocen la composición y características de los medicamentos que consumen los pacientes. Para averiguar esto, conviene consultar libros que entregan esta información (por ejemplo: Vademécum de fármacos).
Se debe precisar: el nombre genérico y su concentración (el nombre de la droga misma), el nombre con el que se comercializa (nombre de fantasía), la forma de administración y la frecuencia.
Ejemplos:
atenolol 50 mg (Betacar): 1 tableta cada mañana.
atorvastatina 10 mg (Lipitor): 1 tableta con la comida.
lisinopril 10 mg (Acerdil): 1 tableta cada mañana.
amoxicilina 850 mg (Amoval): tomó hasta hace una semana atrás. En este ejemplo, el paciente ya no está tomando el antibiótico, pero es importante mencionarlo si está cursando con un cuadro febril.
En algunos casos, no se detallan todos los componentes de un preparado. Por ejemplo:
Aspirina 100 mg: 1 tableta después del almuerzo (Aspirina es un nombre comercial que se usa más que el genérico que corresponde a. ácido acetilsalicílico).
Neurobionta de 5.000 U: 1 ampolla intramuscular por 3 veces. (este es un preparado que contiene varias vitaminas del complejo B; si el médico requiere más información puede consultar algún libro de medicamentos).
Alergias.
El tema de las alergias es muy importante ya que puede tener graves consecuencias para la persona. Entre los alergenos, que son las sustancias ante las cuales se desencadenan las respuestas alérgicas, hay varios que se deben investigar:
Medicamentos: alergia a penicilina o alguno de sus derivados, a cefalosporinas, fenitoína, carbamazepina, medios de contraste usados en radiología, etc. Algunas de las reacciones que se pueden presentar son exantema cutáneo, edema, colapso circulatorio, broncoobstrucción, espasmo laríngeo. Las personas con mucha frecuencia dicen ser alérgicas a algún medicamento y en realidad es otro efecto (p.ej.: una intolerancia digestiva). Ante la duda, conviene no correr riesgos. Si se sabe que una persona es alérgica a algún medicamento, se debe destacar (p.ej.: anotarlo con letras grandes en la carátula de la carpeta).
Alimentos. Algunas personas presentan alergias a mariscos, pescados, nueces, maní, huevo, leche, algunos condimentos y aditivos.
Sustancias que están en el ambiente. Es el caso de pólenes, pastos, ambientes húmedos cargados de antígenos de hongos, polvo de ácaros, contaminación del aire con productos químicos, etc. Las personas con rinitis alérgicas y asma tienden a reaccionar a estos estímulos.
Sustancias que entran en contacto con la piel. Puede ser el caso de detergentes, algunos jabones, productos químicos, metales, látex y otros.
Picaduras de insectos: abejas, avispas, etc.
Antecedentes sociales y personales.
En esta sección se investigan aspectos personales del paciente que permitan conocerlo mejor. La intención es evaluar y comprender cómo su enfermedad lo afecta y qué ayuda podría llegar a necesitar en el plano familiar, de su trabajo, de su previsión, de sus relaciones interpersonales.
Tal como ya se mencionó, alguna información que podría haber ido en la primera parte de la Historia Clínica, o sea, en la Identificación del Paciente, se podría traspasar a esta sección. Es el caso del estado civil o las personas con las que vive. Del mismo modo se pueden incluir en esta sección aspectos sobre su composición familiar, el tipo de casa que habita, si dispone de agua potable, si hay animales domésticos; nivel de educación que tiene, actividad que desarrolla, la previsión o seguro de salud que dispone, etcétera.
Toda esta información servirá para conocer mejor al paciente como persona, saber con qué recursos cuenta para enfrentar su enfermedad y cuál es el grado de apoyo familiar, laboral, previsional y social del que dispone.
También puede ser el lugar para mencionar aspectos específicos de sus creencias, de su religiosidad, de los aspectos a los cuales no quisiera ser sometido en su tratamiento.
Otros aspectos a investigar son antecedentes sobre la actividad sexual, exposición a enfermedades infecciosas o profesionales y viajes efectuados en los meses anteriores.
Antecedentes familiares.
En esta sección se precisan enfermedades que presenten o hayan presentado familiares cercanos como los padres y hermanos, por la posibilidad que algunas de ellas tengan transmisión por herencia. Es este sentido es importante investigar la presencia de hipertensión, diabetes mellitus, alteraciones de los lípidos, antecedentes de enfermedades coronarias, cánceres de distinto tipo (p.ej.: de mama o colon), enfermedades cerebrovasculares, alergias, asma, trastornos psiquiátricos, enfermedades genéticas y otras (gota, hemofilia, etc.).
En algunos casos es conveniente dibujar un genograma en el que los hombres se identifican con un cuadrado y las mujeres con un círculo y se grafican dos o tres generaciones, identificando al paciente con una flecha y con alguna otra marca las demás personas afectadas por la enfermedad.
Inmunizaciones.
Según el cuadro clínico que presente el paciente puede ser importante señalar las inmunizaciones que el paciente ha recibido.
Los adultos podrían recibir vacunas contra influenza, hepatitis A y B, neumococos, Haemophylus influenzae, o recibir dosis de refuerzo de toxoide tetánico.
En niños habitualmente se sigue un programa de vacunación mediante el cual se protege contra sarampión, coqueluche, tétanos, difteria, tuberculosis, poliomielitis, parotiditis, rubéola, y eventualmente hepatitis A.
5) Revisión por sistemas.
A pesar de toda la información que se ha recogido en la anamnesis y los antecedentes, conviene tener algún método para evitar que se escape algo importante. Una breve revisión por los sistemas que todavía no se han explorado da más seguridad que la información está completa.
Algunas personas prefieren hacer este ejercicio al final de la anamnesis próxima.
Esta revisión no debiera ser muy larga ya que se supone que los principales problemas ya fueron identificados en la anamnesis. Si al hacer este ejercicio aparecen síntomas que resultan ser importantes y que todavía no habían sido explorados, es posible que el conjunto de estas nuevas manifestaciones deban ser incorporadas a la anamnesis.
En esta revisión por sistemas no se debe repetir lo que ya se mencionó en la anamnesis, sino que se mencionan sólo algunos síntomas o manifestaciones que están presente pero que tienen un papel menos importante. La extensión de esta sección debe ser breve.
Una forma de ordenar esta revisión es ordenándola por sistemas y en cada uno de ellos se investigan manifestaciones que podrían darse:
Síntomas generales: fiebre, cambios en el peso, malestar general, apetito, tránsito intestinal, sudoración nocturna, insomnio, angustia.
Sistema respiratorio: disnea, tos, expectoración, hemoptisis, puntada de costado, obstrucción bronquial.
Sistema cardiovascular: disnea de esfuerzo, ortopnea, disnea paroxística nocturna, edema de extremidades inferiores, dolor precordial.
Sistema gastrointestinal o digestivo: apetito, náuseas, vómitos, disfagia, pirosis, diarrea, constipación, melena.
Sistema genitourinario: disuria dolorosa o de esfuerzo, poliaquiuria, poliuria, nicturia, alteración del chorro urinario, hematuria, dolor en fosas lumbares.
Sistema endocrino: baja de peso, intolerancia al frío o al calor, temblor fino, polidefecación, ronquera, somnolencia, sequedad de la piel.
Sistema neurológico: cefalea, mareos, problemas de coordinación, paresias, parestesias.
Además de revisar estos sistemas, es conveniente investigar manifestaciones en otras partes o de otro tipo: en la piel, sangramientos, dolores en otros sitios, compromiso de la visión o de la audición, etcétera.
Se debe evitar que esta Revisión por Sistemas resulte más extensa que la sección de los Antecedentes. Es posible que en sus primeras historias, los alumnos deban detallar más extensamente esta sección, pero en la medida que muestren que son capaces de efectuar esta revisión con eficiencia, se les permite que dejen constancia sólo de lo más importante y se asume que el resto lo efectuaron en forma completa y que no encontraron otros síntomas.

Definiciones incorporadas al glosario de términos: amenorrea, cefalea, disfagia, dismenorra, disnea, disnea paroxística nocturna, disuria, exantema, hematuria, hipermenorrea, hipomenorrea, leucorrea, macrosomía, melena, menarquia, menopausia, menorragia, metrorragia, nicturia, oligomenorrea, ortopnea, paresias, parestesias, pirosis, poliaquiuria, polimenorrea, poliuria.

Preguntas:

¿Cuáles son las cinco divisiones o secciones que forman la Historia Clínica?
¿Qué información contiene la anamnesis próxima?
¿Cuáles son los distintos antecedentes que se deben investigar según la forma cómo se agrupan?
¿Cómo se presentan los antecedentes ginecoobstétricos?
¿Cuáles son los hábitos que se investigan?
¿Qué enfermedades pueden tener algún grado de transmisión genética o familiar?
¿Qué alergias se deben investigar y cuáles son las más temidas?
¿Cómo se debe presentar la información de los medicamentos que el paciente está tomando?
¿En qué casos los Antecedentes Sociales y Personales adquieren especial importancia?
¿Qué significados tienen los siguientes términos: disfagia, dismenorrea, disuria, menarquia, nicturia, pirosis?

viernes, 7 de agosto de 2015

PREVENCION CARDIOVASCULAR

Las enfermedades cardiacas son la principal causa de muerte entre hombres y mujeres, pero estas se pueden prevenir y controlar.
Para alcanzar cualquier meta siempre se debe dar un primer paso, ya sea  escalar una montaña o prevenir enfermedades cardiacas.Demos juntos el primer paso hacia la meta de tener un corazón saludable.
Las enfermedades cardiacas son un problema muy grave. En Chile son la principal causa de muerte
Síntomas de un ataque al corazón
Los cinco síntomas principales son:
·         dolor o molestia en la mandíbula, el cuello o la espalda;
·         debilidad, mareos o desmayos;
·         dolor o molestia en el pecho;
·         dolor o molestia en los brazos o los hombros;
·         quedarse sin aliento o dificultad para respirar.
El término "enfermedad cardiaca" se refiere a varios tipos de afecciones del corazón. La afección más común es la enfermedad coronaria (también denominada enfermedad de las arterias coronarias), que se produce cuando una sustancia llamada placa se acumula en las arterias que transportan la sangre al corazón.  La enfermedad coronaria puede causar ataques al corazón, angina de pecho, insuficiencia cardiaca y arritmias.
La situación es alarmante, pero hay buenas noticias: las enfermedades cardiacas se pueden prevenir y controlar.  Podemos comenzar dando pequeños pasos a diario para mejorar nuestra salud cardiaca y la de nuestros seres queridos
Haga planes para la prevención
Algunos hábitos y afecciones pueden agravar el riesgo de tener enfermedades cardiacas. Con prácticas saludables y el manejo de las afecciones de salud que tenga, es posible ayudar a prevenir las enfermedades cardiacas.
·          Coma alimentos saludables.Comer alimentos y colaciones saludables puede ayudar a evitar las enfermedades cardiacas y sus complicaciones. Asegúrese de comer muchas frutas y verduras frescas: un adulto debería comer, por lo menos, cinco porciones al día. Comer alimentos bajos en grasas saturadas, grasas trans y colesterol, y ricos en fibra, puede ayudar a prevenir el colesterol alto. Limitar la cantidad de sal o sodio en su dieta alimenticia, también puede reducir su presión arterial
·         Mantenga un peso saludable. El sobrepeso y la obesidad pueden aumentar su riesgo de enfermedades cardiacas. Para determinar si su peso está dentro del margen saludable, los médicos generalmente calculan un número llamado índice de masa corporal (IMC). A veces, los médicos también utilizan las medidas de la cintura y la cadera para calcular la grasa corporal de una persona.
·          Haga ejercicio con regularidad.La actividad física puede ayudar a mantener un peso saludable y bajar el colesterol y la presión arterial
·         Vigile su presión arterial. En general, la presión arterial alta no tiene síntomas, por ello recuerde tomarse la presión con frecuencia. Puede hacerlo en su casa, en la farmacia o en el consultorio del médico
·         No fume. Fumar cigarrillos aumenta en gran manera el riesgo de enfermedades cardiacas. Si no fuma, no comience.  Si fuma, deje de fumar lo antes posible. Su médico puede sugerir formas para dejar de fumar
·         Limite el consumo de alcohol. Evite tomar demasiado alcohol ya que puede aumentar la presión arterial. Los hombres deberían seguir la recomendación de no tomar más de dos bebidas alcohólicas al día y las mujeres no más de una
·         Hágase revisar el nivel de colesterol. Su médico debería hacerle un análisis de colesterol al menos una vez cada cinco años. Consulte a su médico sobre este sencillo análisis de sangre.
·         Controle su diabetes. Si tiene diabetes, vigile sus niveles de azúcar en la sangre con frecuencia y consulte a su médico sobre distintas opciones de tratamiento
·         Tómese sus medicamentos Si toma algún medicamento para la presión arterial alta, el colesterol alto o la diabetes, siga las instrucciones de su médico con detenimiento. Si no entiende algo, siempre debe preguntar.
Juntos podemos prevenir las enfermedades cardiacas, un paso a la vez.
CALCULO DE IMC:
IMC = Peso (Kg) / Estatura2 (Mt)

Resultados del Indice de Masa Corporal:

Resultados del IMC
Tipo de Peso
Por debajo de 18.0
Peso menor que el normal
18.1 - 24.9
Normal
25.0 - 29.9
Sobrepeso
30.0 ó más
Obesidad

PRESION ARTERIAL:________________________
Te invito a controlarte 
Si tu cintura tiene un rollito…
Si tu IMC es alto….
Si tu colesterol está alto…
Si fumas…
Si tienes cuello ennegrecido…ven a conversar conmigo.


miércoles, 19 de marzo de 2014

CITAS PARA EL ALMA



CITAS PARA TU CRECIMIENTO PERSONAL


Adicción es cualquier cosa que reduce la vida mientras la hace "parecer" mejor.

Por lo general cada miedo tiene tres partes: una parte es un residuo del pasado (siendo esto a menudo una fuente de vergüenza), otra parte es una carencia de certidumbre en el presente, y otra parte es miedo a un resultado deficiente o a consecuencias negativas en el futuro.

Hay muy pocas cosas correctas/incorrectas o buenas/malas en este mundo. Existe, sin embargo, lo útil y lo no útil. También hay cosas que a veces son destructivas, así como cosas productivas.

Es peor quedarse donde uno no pertenece en absoluto, que vagar perdido por un tiempo y buscar el parentesco psíquico y espiritual que uno requiere. Nunca es un error buscar lo que uno requiere. Nunca.

Cuando estás conectado con el yo instintivo, siempre tienes por lo menos cuatro opciones: las dos opuestas, la opción de en medio, y "contemplándolo mejor..."

¿Con qué alimenta uno a la intuición para que esté consistentemente nutrida y que responda a nuestras peticiones de escudriñar el ambiente? Uno la alimenta de vida —uno la alimenta de vida mediante escucharla.

Aunque el exilio no es algo que se desee por diversión, hay una ganancia inesperada en él: son muchos los regalos del exilio. Saca la debilidad a golpes, hace desaparecer los plañidos, habilita la percepción interna aguda, acrecienta la intuición, otorga el poder de la observación penetrante y una perspectiva que "el de adentro" nunca podría lograr.

El trabajo profundo se parece mucho a la excitación sexual. Comienza de cero, se acelera en altiplanos, se vuelve sostenido e intenso. Si los altiplanos son interrumpidos de golpe (imagina un ruido fuerte e inesperado), deberás comenzar todo de nuevo.

Uno de los asuntos menos discutidos de la individuación es que conforme arrojas luz en la oscuridad de tu psique tan intensamente como puedas, las sombras, donde no hay luz, se vuelven aún más oscuras. Así, al iluminar una parte de la psique, resulta una oscuridad más profunda con la cual luchar. Esta oscuridad no debe ignorarse. La clave, las preguntas, no pueden esconderse ni olvidarse. Deben ser postuladas. Deben ser respondidas.

¿Puede un aspecto negativo de la psique ser reducido a cenizas con ser observado y observado? Sí, en efecto. Mantener el asunto en constante conciencia puede causar que se deshidrate.

...tomar un poquito de aquí y ponerlo allá. La transformación no es más complicada que eso.

Estar ligado a nuestra intuición promueve una dependencia confiable en ella, sin importar lo que suceda. Cambia la actitud guía de la mujer, de "lo que será, será" a "déjame ver todo lo que hay que ver".

La naturaleza instintiva tiene la milagrosa habilidad de sobrevivir a todo beneficio positivo, a toda consecuencia negativa, manteniendo con todo una relación con el yo y con otro.

Para amar el placer se requiere de muy poco. Para amar verdaderamente se requiere de un héroe que pueda manejar su propio miedo. 

Con miedo o no, es un acto del más profundo amor permitirse a uno mismo ser movido por el alma salvaje de otro. En un mundo donde los humanos tienen tanto miedo a "perder", hay demasiados muros que nos protegen de disolvernos en lo numinoso de otra alma humana.

Muchas veces he escuchado a un hombre decir que tiene una "buena mujer" enamorada de él y él de ella, pero que simplemente no puede "soltarse" lo suficiente para ver lo que realmente siente por ella. El punto crítico para tal persona es cuando se permite a sí mismo amar "aún cuando"... Aún cuando tenga punzadas, aún cuando se sienta nervioso, aún cuando haya sido herido antes, aún cuando sienta miedo a lo desconocido.
A veces no hay palabras para alentar la valentía. A veces debes simplemente saltar. En algún punto de la vida de un hombre debe haber un momento en el que confíe que el amor lo conduzca, un momento en el que sienta más miedo a quedar atrapado en algún lecho seco de río en la psique, que estar afuera en un territorio exuberante pero inexplorado. Cuando una vida es demasiado controlada, cada vez habrá menos vida que controlar.

Si es amor lo que estamos haciendo, aún cuando nos sentimos aprehensivos o asustados estamos dispuestos a tocar lo no hermoso [y también lo todavía no hermoso] en el otro y en nosotros mismos.
¿Qué es lo no hermoso? Nuestra hambre secreta de ser amados es lo no hermoso. Nuestro desuso y mal uso del amor es lo no hermoso. Nuestra falta de lealtad y devoción es poco amorosa, nuestro estado de separación del alma es feo, nuestras verrugas psicológicas, nuestras insuficiencias, malos entendidos y fantasías infantiles son lo no hermoso. Por añadidura, la naturaleza de Vida/Muerte/Vida que da a luz, destruye, incuba y vuelve a dar a luz, es considerada no hermosa por nuestras culturas.

De alguna manera y en algún lugar dentro de las delicadas capas del ser que es creado cuando dos personas se aman, hay tanto un corazón como un aliento. Mientras un lado del corazón se vacía, el otro se llena. Cuando un aliento termina, otro comienza.

El amor en su forma más plena es una serie de muertes y renacimientos. Soltamos una fase, un aspecto del amor, y entramos en otra fase. La pasión muere y es traída de regreso. El dolor es ahuyentado y resurge en otro momento. Amar significa abrazar y al mismo tiempo soportar muchos, muchos finales y muchos, muchos comienzos —todo en la misma relación.

Cuando un hombre entrega todo su corazón, se convierte en una fuerza sorprendente —se convierte en inspiratriz, un papel que en el pasado estaba reservado sólo para las mujeres. Cuando la Mujer Esqueleto (la naturaleza de Vida/Muerte/Vida) duerme con él, el hombre se vuelve fértil, dotado de poderes femeninos en una atmósfera masculina. Lleva consigo la semilla de vida nueva y de las muertes necesarias. Inspira nuevos trabajos en sí mismo, pero también en quienes le rodean.

Si pudiéramos darnos cuenta de que el trabajo es seguir haciendo el trabajo, seríamos mucho más feroces y estaríamos mucho más en paz

APRENDER A VIVIR



… La diferencia entre vivir desde el alma y vivir sólo desde el ego, radica en tres cosas:

1. la habilidad de percibir y aprender nuevas maneras,
2. la tenacidad de atravesar senderos turbulentos
3. y la paciencia de aprender el amor profundo con el tiempo.

Sería un error pensar que se necesita ser un héroe endurecido para lograrlo. No es así. Se necesita un corazón que esté dispuesto a morir y nacer, morir y nacer una y otra vez …”

“… Ser nosotros mismos, nos causa ser exilados por muchos otros. Sin embargo, cumplir con lo que otros quieren, nos causa exilarnos de nosotros mismos …”

“… Quienes no encuentran deleite en aprender (nuevas ideas o experiencias), no podrán desarrollarse más allá del punto en el camino donde descansan ahora …”

“… Es peor quedarse donde uno no pertenece en absoluto, que vagar perdido por un tiempo. Nunca es un error buscar lo que uno requiere …”

“… Para amar el placer se requiere de muy poco. Para amar verdaderamente, se requiere de un héroe que pueda manejar su propio miedo. Es un acto del más profundo amor, permitirse a uno mismo ser movido por el alma salvaje de otro …”

“… A veces no hay palabras para alentar la valentía. A veces debes simplemente saltar …”

“… Cuando dos personas se aman, hay tanto un corazón como un aliento. Mientras un lado del corazón se vacía, el otro se llena. El amor en su forma más plena, es una serie de muertes y renacimientos …”

miércoles, 12 de marzo de 2014

MUJERES QUE CORREN CON LOBOS -TERAPIAS DEL ALMA

Mujeres que corren con lobos
La psicoanalista junguiana Clarissa Pinkola Estés trabajó durante más de dos décadas para alumbrar este libro, Mujeres que corren con los lobos. Es una recopilación de mitos y relatos populares que recrean el mito de la Mujer Salvaje, esa fuerza-hembra que habita en todas las mujeres cuando dejan de temerle a su poder. 

Hoy como Enfermera  no sólo alivio cuerpos enfermos y hago examenes especializados, cubro muchas necesidades del alma, que partieron por necesidades del Alma Mia, por eso hoy comparto contigo algo que quiero iniciar en TERAPIAS DEL ALMA

Dondequiera que estemos, la sombra que trota detrás de nosotros tiene sin duda cuatro patas”, dispara Clarissa Pinkola Estés desde el prefacio de este libro que tardó más de veinticinco años en escribir, porque no es un ensayo sino una pormenorizada y aguda recopilación e interpretación de cuentos populares de diferente procedencia, puestos al servicio de la figura de la Mujer Salvaje. Doctorada en psicología etnoclínica –cruza de psicología clínica y etnología–, y psicoanalista junguiana, Pinkola Estés es, además, cantadora o mesemondó, es decir, heredera de las ancianas húngaras que transmiten oralmente sus tradiciones en forma de relatos, que desgranan absortas sus historias, sentadas en sillas de madera con sus monederos de plástico estrujados en las manos.
Pinkola Estés utiliza con sus pacientes, para curarlas, cuentos. Y los cuenta al estilo junguiano, desde un análisis en el que cada personaje del relato es una parte de una misma psiquis, partiendo de la base de que en la mente y el alma de una misma persona, en este caso una mujer, se libran constantemente luchas tormentosas entre fuerzas opuestas.
El trabajo de esta analista está puesto al servicio de rescatar, de esos cuentos, interpretaciones que ayuden a sus pacientes o a sus lectoras a detectar en sí mismas a la Mujer Salvaje, y a dejarla operar en sí mismas, a permitirle triunfar por sobre otros arquetipos que las alejan de su propia naturaleza. ¿Quién es la Mujer Salvaje? ¿A qué fuerzas representa? La Mujer que corre con los Lobos fue elegida aquí para equiparar una parte femenina con ciertas especies de lobos, el canis lupus y el canis rufus: a saber, una aguda percepción, un espíritu lúdico y una elevada capacidad de afecto.
Pinkola Estés nació en el seno de una familia mexicano-española y fue adoptada luego por una familia húngara. Se crió cerca de la frontera de Michigan, en una zona de bosques en la que los relámpagos no eran temibles sino usuales habitantes de la noche.
Más tarde, cuando se formaba como analista, observó que la psicología tradicional carece muchas veces de respuestas para las cuestiones más importantes de las mujeres: lo arquetípico, lo intuitivo, lo sexual y lo cíclico, las edades, el saber innato y adquirido, el fuego creador. Luego de pasarse años estudiando cuentos de hadas, mitos y relatos de múltiples orígenes, unió dos palabras, “mujer” y “salvaje”, para abrir, dice, una puerta que toda mujer comprende apenas las escucha. Es una puerta culturalmente cerrada, a veces olvidada, pero que permanece allí en tanto una mujer, cualquier mujer, permanezca allí. Es intuitiva, apasionada, indómita, es, sobre todo, una fuerza que regala a las mujeres la certeza de estar haciendo lo correcto, sea esto lo que fuere, cuando se dejan guiar por ella. Es por lo tanto una fuerza peligrosa para el statu quo, porque, cuando una mujer huele esa fuerza dentro de sí, es capaz de todo: de abandonar un matrimonio, de dejar un trabajo, de irse repentinamente de viaje, de pedir a gritos que la dejen sola, de quebrantar, si es preciso, una o todas las normas que le enseñaron. Esa fuerza femenina, advierte Pinkola Estés, trasciende cualquier nombre y entrelaza muchas otrasfuerzas vitales, pero ha sido bautizada aquí con ese nombre sólo a modo de hacer inteligible su presencia antiquísima en los relatos populares que esta analista ha reconstruido buceando, muchas veces, para recuperar “huesos perdidos”, eslabones sexuales, sórdidos o escatológicos que las buenas costumbres borraron de ellos a lo largo del tiempo. Es la loba que lucha ferozmente por lo que merece vivir, y que suelta aquello que debe morir.

Loba y hembra
Los relatos elegidos por Pinkola Estés, en su consultorio, recrean el drama psíquico de su paciente. Los que ha elegido para analizar en este libro son los que a su entender resumen con más potencia el papel redentor de la Mujer Salvaje, que no emerge nunca fácilmente: siempre habrá que sortear obstáculos y desoír voces de otros arquetipos que inclinan a las mujeres a mostrarse más dulces, más cariñosas, más egoístas, más calculadoras o más débiles de lo que son.
El análisis paleomitológico que ha hecho la analista y que transmite en una bellísima prosa conecta esos relatos a veces con sueños recurrentes femeninos y otras veces con visiones que se suelen tener en estados de conciencia no ordinarios. Casi todos coinciden en un punto: a cierta altura de los acontecimientos personales de cada mujer, es necesario tener el coraje para ver aquello que los guardianes de la conciencia aconsejan no ver. Es necesario correrse de lugar y darle crédito a esa carga de Yo de un orden diferente del que el psicoanálisis tradicional nos ha acostumbrado. Pinkola Estés habla de alma. Y dice que “cuando trabajamos el alma, ella, la Mujer Salvaje, crea una mayor cantidad de sí misma”. Sólo hace falta hacerle espacio: ella, esa fuerza, hace el resto del trabajo por nosotras, porque entonces nosotras ya somos ella. Que la educación, la cultura o el miedo hayan taponado el ingreso de este arquetipo a la mente de una mujer no significa que ella no esté esperando, como una guerrera, su nueva oportunidad. Pinkola Estés afirma que “si una mujer logra conservar el regalo de ser vieja cuando es joven y de ser joven cuando es vieja, siempre sabrá lo que tiene que esperar. Pero, si lo ha perdido, lo puede recuperar mediante un decidido esfuerzo psíquico”.
Otros nombres de la Mujer Salvaje, en diferentes tradiciones, son la Loba, la Huesera, la Trapera o La que Sabe. Siempre, en todas las culturas, estos arquetipos representan el archivo de la feminidad, su potencia a veces magnánima y dadora de vida, y otras veces feroz y revulsiva, la conservadora de la potestad de la hembra.
Con respecto de los hombres, algunos, claro, preferirán una gata a una loba, y ni qué hablar de los que preferirían un monito amaestrado. Pero sólo aquel dispuesto a hacer contacto con la parte salvaje de una misma será el adecuado. Es el que no se asustará de nuestros gritos ni nos dirá peyorativamente que de pronto estamos pensando con los ovarios. Por el contrario, el adecuado es el que estará orgulloso de tener al lado a esa mujer.

Barba Azul
A lo largo del libro, Pinkola Estés va narrando varios cuentos y haciendo el posterior análisis de cada uno de los personajes, que son partes de una sola psiquis. En ellos hay hadas bienhechoras, doncellas ingenuas, hermanas sabias, padres indiferentes, mascotas perceptivas, curanderas expertas, brujas horripilantes. Todos esos seres viven en nosotros, juegan sus juegos, hacen sus apuestas. “Pero, ¿qué vamos a hacer con todos estos seres interiores que están locos y que siembran la destrucción sin darse cuenta? Hay que dejarles sitio incluso a ellos, pero un sitio en el que se les pueda vigilar. Uno de ellos en particular, el más falso y el más poderoso fugitivo de la psique, requiere nuestra inmediata atención y actuación: se trata del depredador natural”, dicePinkola Estés en la introducción de uno de los cuentos: “Barba Azul”. El cuento es conocido, pero la analista subraya en el personaje central su carácter destructivo (o autodestructivo) y destaca las soluciones que el mismo cuento ofrece para aniquilar al mal.
En resumen, un gigante conocido como Barba Azul corteja a tres hermanas. Es excéntrico, y las dos mayores desconfían de él. Pero cautiva a la menor, a la más ingenua, que se casa con él. Ya en su castillo, el marido la trata bien y un día le dice que debe irse y que, si quiere, la joven esposa puede invitar a sus hermanas a quedarse con ella. Le da todas las llaves del castillo, y le dice que puede ir adonde quiera, pero con una sola restricción: hay una llave pequeña que debe abstenerse de usar. En su ausencia, las hermanas, apenas enteradas de que hay una llave que no se puede usar, proponen jugar a descubrir a qué puerta pertenece. Y como es natural, una vez descubierta la puerta, la abren. Allí, la joven esposa descubre una pila de cadáveres ensangrentados de mujeres, y advierte que la llave también empieza a sangrar: es una trampa que le ha dejado Barba Azul para saber si fue o no obedecido. La joven esposa trata de limpiar la sangre de la llave, la frota con crin de caballo, la lava, pero todo es inútil. Las hermanas se esconden cuando él llega. Ve la llave sangrar y se enfurece. Le dice a la joven que las muertas son sus esposas anteriores, todas las que lo desobedecieron y abrieron esa puerta. Y la empuja hasta allí para matarla. En su espanto, la joven le dice: “Está bien, está bien, pero dame tiempo para prepararme para la muerte”. El se lo otorga. Mientras tanto, las hermanas llaman a sus hermanos para que vengan a rescatar a la joven. “¿Los ven venir?”, pregunta ella, aterrorizada. “No, todavía no”, contestan las hermanas. “¿No llegan aún?”, insiste. “¡Ya vienen!”, contestan por fin. Los hermanos finalmente matan a Barba Azul y liberan a la joven, que ya no es ingenua. Ya es una mujer.
En la psiquis de una mujer, siempre hay una parte ingenua que se deja fascinar incluso por lo que sabe de antemano que no le conviene. Siempre hay una parte cautelosa (las hermanas mayores) que optan por dejar pasar la apariencia del buen partido. Hay además, sobre todo, un depredador natural, una fuerza autodestructiva que no tiene límites, es seductora y sádica y tiende trampas. Cuando el drama se desarrolla y la joven va a ser asesinada, se produce su iniciación: crece y se vuelve astuta: pide tiempo para elaborar una estrategia. El tiempo le es concedido y es usado para convocar a los hermanos, los guardianes, los guerreros que también existen en la psiquis para acudir ante el peligro. El nudo dramático del cuento transcurre sin embargo un poco antes, cuando la joven esposa abre la puerta y ve. En la vida –o en la psiquis– de todas las mujeres hay algo que se prefiere no ver. Algo monstruoso, doloroso, algo del orden del mal. La joven esposa no habría crecido y no habría triunfado si no hubiese sido capaz de sobreponerse a lo que ve tras esa puerta: que las mujeres ingenuas y curiosas que no desarrollan su astucia no tienen chance. “La capacidad de resistir lo que averigüe permitirá a una mujer regresar a su naturaleza profunda, en la que todos sus pensamientos, sus sensaciones y sus acciones recibirán el apoyo que necesitan”, dice Pinkola Estés, quien además analiza la curiosa relación entre el depredador y su presa, “quienes bailan una misteriosa danza psíquica. Dicen que cuando la presa establece con el depredador cierto tipo de servil contacto visual y experimenta un temblor que produce una leve ondulación de la piel sobre los músculos, reconoce su propia debilidad y accede a convertirse en víctima”. El final justiciero del cuento se debe a que la joven esposa, en ese momento crucial, no se conectó con el papel de presa sino con la Mujer Salvaje: pidió tiempo para contraatacar.
A lo largo del libro de Pinkola Estés, otros cuentos hablan de otros personajes. La mujer interior, la mujer esqueleto, la función de la cólera, los pasos del perdón, el alma salvaje, el patito feo, el poder del nombre, la pestaña del lobo... son sólo algunos de los elementos que viven en los cuentos orales de los que esta mujer honda saca enseñanzas. En elcapítulo que habla sobre la cólera, la analista desliza una clave para salir en busca de la propia Mujer Salvaje. “Hay un momento en nuestra vida, por regla general al llegar a la mediana edad, en que una mujer tiene que tomar una decisión, posiblemente la decisión psíquica más importante de su vida futura, y es la de sentirse o no una amargada”. Hay que salir, entonces, de caza, de pesca y de conquista por el interior de una misma: esa que olfatea con ganas, se revuelca de risa, saca pezuñas, aúlla de noche y mueve la cola está aquí adentro.

miércoles, 5 de febrero de 2014

TIPOS DE ARRITMIAS



Tipos de Arritmias

Cardiología Clínica e Intervencionista
prevención, diagnóstico y tratamiento oportuno

Las arritmias se dividen en dos tipos: ventriculares y supraventriculares. Las arritmias ventriculares se producen en las cavidades inferiores del corazón, denominadas ventrículos. Las arritmias supraventriculares se producen en la zona que se encuentra por encima de los ventrículos, generalmente en las aurículas, que son las cavidades superiores del corazón. Los latidos irregulares pueden ser demasiado lentos (bradicardia) o demasiado rápidos (taquicardia).


Bradicardia
La bradicardia es una frecuencia cardíaca muy baja de menos de 60 latidos por minuto. Se produce cuando el impulso eléctrico que estimula la contracción del corazón no se genera en el marcapasos natural del corazón, el nodo sinusal o sinoauricular (nodo SA), o no es enviado a las cavidades inferiores del corazón (los ventrículos) por las vías correctas.
La bradicardia puede tener una de dos causas: el sistema nervioso central no comunica al corazón que debe bombear más o el nodo sinusal podría estar dañado. Este daño puede deberse a una enfermedad cardiovascular, el proceso normal de envejecimiento en persona mayores o defectos heredados o congénitos. También podría ser causada por ciertos medicamentos, incluso aquellos que se administran para controlar las arritmias y la presión arterial alta.
Taquicardia
La taquicardia es una frecuencia cardíaca muy elevada de más de 100 latidos por minuto. Hay muchos tipos diferentes de taquicardia, según dónde se origine el ritmo acelerado. Si se origina en los ventrículos, se denomina taquicardia ventricular y si se origina por encima de los ventrículos, se denomina taquicardia supraventricular.
Arritmias ventriculares
Taquicardia ventricular
La taquicardia ventricular es cuando el nodo sinusal ya no controla el latido de los ventrículos, sino que otras zonas a lo largo de la vía de conducción eléctrica inferior asumen la función de marcapasos. Como la nueva señal no se desplaza por el músculo cardíaco por la vía normal, el músculo cardíaco no late en forma normal. Se aceleran los latidos del corazón y el paciente siente palpitaciones. Este ritmo irregular puede producir una extrema falta de aliento, mareo o desmayo (síncope).
Fibrilación ventricular
La arritmia más grave es la fibrilación ventricular, que son latidos irregulares no controlados. En lugar de tener una sola pulsación a destiempo de los ventrículos, es posible que varios impulsos se originen al mismo tiempo en diferentes lugares, todos ellos estimulando al corazón a latir. Por consecuencia, se producen latidos mucho más rápidos y desordenados que pueden alcanzar los 300 latidos por minuto. A causa de estos latidos caóticos, el corazón bombea muy poca sangre al cerebro y al resto del organismo, y es posible que la persona se desmaye. Es necesario obtener asistencia médica inmediatamente. Si es posible iniciar medidas de reanimación cardiopulmonar (RCP) o administrar descargas eléctricas para restablecer el ritmo normal del corazón, es posible que el corazón no sufra un daño muy grave. Las personas que sufren de alguna enfermedad cardiovascular o que tienen antecedentes de ataques cardíacos tienen el mayor riesgo de padecer fibrilación ventricular.
Extrasístoles ventriculares
Un tipo menos grave de arritmia ventricular son las extrasístoles ventriculares. El problema se debe a que los ventrículos se contraen antes de lo debido, fuera de la secuencia que les corresponde. Las extrasístoles (también denominadas latidos ventriculares prematuros) generalmente no son peligrosas y a menudo no necesitan tratamiento. Aunque la mayoría de las extrasístoles se producen rápidamente y sin advertencia, también pueden ser ocasionadas por la cafeína que contiene el café, el té, las gaseosas y el chocolate.
Arritmias supraventriculares
Se originan por encima de las cavidades inferiores del corazón (las aurículas) o las vías de conducción auricular. También denominadas arritmias auriculares, no son tan graves como las ventriculares. En algunos casos, ni siquiera necesitan tratamiento. Pueden ser causadas por diversos factores, como por ejemplo, el tabaco, el alcohol, la cafeína y los medicamentos para la tos y los catarros. El trastorno también puede deberse a la cardiopatía reumática o a una glándula tiroides hiperactiva (hipertiroidismo). Las arritmias supraventriculares pueden producir falta de aliento, palpitaciones cardíacas, presión en el pecho y un pulso muy rápido.
Taquicardia supraventricular (TSV) o taquicardia supraventricular paroxística (TSVP)
La taquicardia supraventricular (TSV) es una frecuencia cardíaca regular pero elevada, de alrededor de 150–250 latidos por minuto, que se origina en las aurículas. A diferencia de otros tipos de arritmia, la taquicardia supraventricular no se origina en el nodo SA. La TSV también se denomina taquicardia supraventricular paroxística (TSVP).
Se producen cuando se originan señales eléctricas anormales en las cavidades superiores del corazón, lo cual interfiere con las señales eléctricas que se originan en el nodo sinusal (el marcapasos natural del corazón). Entonces, los latidos en las aurículas aumentan la frecuencia cardíaca.
Fibrilación auricular
La fibrilación auricular es un ritmo rápido e irregular debido a movimientos convulsivos o paroxísticos de las fibras musculares de las aurículas. La fibrilación auricular puede hacer que se acumule sangre en las cavidades superiores del corazón. La sangre acumulada puede formar grumos denominados coágulos. Si un coágulo de sangre se desplaza del corazón al cerebro y obstruye una de las arterias cerebrales que son más pequeñas, puede producirse un infarto cerebral. Aproximadamente el 15 % de los accidentes cerebrovasculares se producen en personas con fibrilación auricular.
Síndrome de Wolff-Parkinson-White
El síndrome de Wolff-Parkinson-White (WPW) es un grupo de anomalías ocasionadas por vías de conducción adicionales entre las aurículas y los ventrículos. Debido a estas vías de conducción adicionales, las señales eléctricas llegan a los ventrículos antes de lo debido y regresan a las aurículas. El resultado es una frecuencia cardíaca muy elevada. Los que padecen este síndrome pueden sufrir mareos, palpitaciones en el pecho o desmayos. También tienen mayores probabilidades de sufrir episodios de taquicardia supraventricular paroxística (TSVP).
Extrasístoles supraventriculares
También se las denomina contracciones auriculares prematuras y se producen cuando las aurículas se contraen antes de lo debido, ocasionando un ritmo cardíaco irregular.
Bloqueo cardíaco
Se produce un bloqueo cardíaco cuando el nodo sinual envía correctamente la señal eléctrica pero ésta no pasa por el nodo auriculoventricular (AV) o por las vías de conducción eléctrica ventriculares con la rapidez debida. Los bloqueos se deben principalmente al proceso de envejecimiento o cicatrización del corazón que a veces es ocasionada por la enfermedad arterial coronaria. Existen distintos tipos de bloqueo cardíaco y se clasifican según su gravedad.
1.                              El bloqueo cardíaco de primer grado es cuando los impulsos que pasan por el nódulo AV son demasiado lentos.
2.                              El bloqueo cardíaco de segundo grado es cuando los impulsos pasan por las aurículas del corazón pero se retrasan en el nódulo AV y debido a este retraso, los ventrículos no laten en el momento debido.
3.                              El bloqueo cardíaco de tercer grado es cuando no llegan impulsos a los ventrículos. Para compensar, los ventrículos utilizan su propio marcapasos auxiliar con una frecuencia más baja. Como es probable que transcurra un espacio de tiempo entre el impulso de las aurículas y el del marcapasos auxiliar de los ventrículos, la persona puede desmayarse. Esto se denomina crisis de Stokes-Adams. El bloqueo cardíaco de tercer grado es muy grave y puede dar lugar a insuficiencia cardíaca e incluso la muerte. Este tipo de bloqueo requiere la colocación de un Marcapasos transitorio o permanente.
Para que los ventrículos izquierdo y derecho se contraigan al mismo tiempo, debe propagarse un impulso eléctrico por las ramas derecha e izquierda del haz de His a la misma velocidad. Si existe un bloqueo en una de estas ramas, el impulso eléctrico debe llegar al ventrículo por otra vía de conducción. Cuando esto sucede, la frecuencia y el ritmo del corazón no se ven afectados, pero el impulso se propaga más lentamente. El ventrículo podrá contraerse pero tomará más tiempo en hacerlo debido al retraso del impulso. Este retraso del impulso hace que uno de los ventrículos se contraiga una fracción de segundo más lentamente que el otro.
Los términos médicos para los bloqueos de rama dependen de la rama afectada:
1.                     Si el bloqueo se produce en la rama derecha, se denomina bloqueo de la rama derecha del haz de His.
2.                     Si el bloqueo se produce en la rama izquierda, se denomina bloqueo de la rama izquierda del haz de His.
Más información en este sitio:
1.                 Tipos de Arritmias
2.                 Estudios más frecuentes en Cardiología
3.                 Hipertensión arterial
4.                 Infarto al Miocardio

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La enfermería es un arte, la más bella de las bellas artes,porque tu lienzo es el hecho por el Maestro conforme a su imagen y a su semejanza,y a ti y a mi nos corresponde la honra de cuidarlo.
La enfermería es la mera satisfacción de necesidades del Ser Humano, y tu y yo estamos para ello.